El diseñar una experiencia para el usuario no es diseñar páginas web o aplicaciones, sino que incluye todo lo que el usuario experimenta, todo lo que siente y dice al utilizar tu producto o servicio e incluso después de usarlo.

El término ha sido aplicado incorrectamente por mucho tiempo y solo enfocado a los productos digitales: a las páginas web, a las apps, a los sistemas de información, como si el usuario solo viviera en ese mundo.

UX ES TODA LA EXPERIENCIA

La realidad es que UX es TODA la experiencia que vive el usuario…No es solo lo que aparece en la pantalla de tu iPad. 

Pongamos como ejemplo un producto físico:  un smartphone.

La experiencia, el usuario la vive desde que tiene la intención de comprar el producto, por ejemplo: cuando comunicamos nuestras campañas publicitarias, cuando diseñamos los anuncios impresos y cuando describimos los datos técnicos del equipo.

Y la experiencia se sigue dando en el momento de compra , es decir, cuando evaluamos que tan placentero fué ordenarlo en línea o a través de un operador telefónico.

En la siguiente etapa, la experiencia se sigue viviendo al momento de recibir el equipo y utilizarlo por primera vez : a través del diseño del packaging, en la facilidad de sacar el equipo de su caja, en la rapidez con la que puede usarlo  por primera vez, etc.

Y ahí no termina…Otra etapa importante de la UX de ese producto es la experiencia de uso día a día, por ejemplo: que tan práctico es el utilizarlo todos los días, que tan rápido responde, cuantó le dura la batería, etc.

Finalmente, la experiencia de soporte técnico en caso de que nuestro producto falle o el usuario necesite hacer alguna pregunta sobre su uso. 

EN RESUMEN

Como habrás notado, la experiencia de usuario va más allá de lo que sucede dentro de las pantallitas de nuestros productos y cada uno de estos aspectos debe de ser diseñado y cuidado celosamente por nosotros, los diseñadores.